Si eres dietista-nutricionista o técnico en dietética, o te estás preparando para serlo, encontrarás que tus pacientes llegan con un montón de dudas sobre la idoneidad de los alimentos que consumen y encuentran en el mercado.
Como profesional de la salud, te enfrentarás a los prejuicios y creencias de tus pacientes (“los alimentos procesados son malos”), pero también a tus propias dudas.